
La discriminación, los pagos atrasados, turno no muy bien remunerados, acoso laboral, entre otros son la otra “pandemia” por las que el personal de salud en especial el personal de enfermería ha estado lidiando por muchos años.
La idea de considerarlos “héroes” contrasta con la poca voluntad que han tenido los gobiernos para mejorar las condiciones laborales de todo el personal sanitario. Una situación que no es solo en Colombia sino de todo Latinoamérica y muchos países del resto del mundo.
No es fácil trabajar 12 horas, turno corrido, turno noche y en algunos casos turnos de 24 y hasta 36 horas y recibir insultos y groserías y hasta amenazas de la ciudadanía, (aclaro, es un porcentaje bajo de la población ya que son más las personas amables y agradecidas). Y piensan que somos máquinas o no sentimos ni nos cansamos. Manejamos un estrés debido a todas estas cosas, pero a muchos no le importa y nos señalan de ser los responsables de que sus familiares se contagien por Covid-19 porque somos los que llevamos el virus al barrio.
Hemos sufrido amenazas, agresiones físicas y verbales, discriminación y todo esto ha llevado a que un gran número de profesionales de la salud renuncien a su trabajo, se han cambiado de lugar de residencia e incluso han perdido la vida y la de sus familiares.
Pero quizás la pandemia más grande por la que sufrimos los profesionales de la salud y en especial el personal de enfermería es la corrupción, esa misma que acaba con hospitales públicos adeudándole meses de trabajo y que hasta se ha recurrido a demandas para que nos puedan pagar.
Aun así no me arrepiento de ser enfermero lo digo con orgullo, es una profesión maravillosa, con altibajos como muchas otras pero genial. Apreciar la gratitud de las personas que valoran nuestro trabajo así como administrativos que también valoran la labor de enfermería.